Hexagrama 38, K'uei, 9 en la segunda línea. Un estudio de Tui, Lago

Al respecto de los hexagramas 54 y 38 que han aparecido últimamente en nuestras conversaciones del sitio Compendiu d'I Ching. Ambos aparecieron vinculados a la cuestión de nuestras relaciones significativas y duraderas.
Lo estuve pensando en off estos días. Tengo una relación así, ha pasado por todo tipo de cambios, ha durado 50 años. Comenzó como amistad y compañerismo en el 13, luego cambió al 31, luego fue y vino por los 64 hexagramas y ahora es amistad y compañerismo. Es muy extraña, nadie la entiende y es que no hay nada que alguien pueda entender en ella como no seamos nosotros dos, y cada uno a su propia manera. 

Consulté cómo había sido toda mi relación con él y me respondió 38.2 al 21. Seguro que si pregunto cómo ha sido su relación conmigo, la respuesta será muy distinta. Pero esa es su vida, no la mía y, con seguridad, no lo entenderé.
Somos socios en esta cuestión que es vivir con sentido. Si quieren, como yo, con Sentido. Pero él tiene su vida, camina su camino y su cambio de consciencia, y yo la mía.

Hay algo en estas relaciones personales importantes y duraderas que escapa a nuestra comprensión y nos lleva a la queja, la desazón, el enojo, la retirada, el retorno. Todo eso que se pone en evidencia cuando estudiamos nuestras consultas a lo largo de los años. 
 
Tal vez sea que actuamos y sentimos partiendo de ciertos supuestos erróneos con respecto al valor y alcance de estas relaciones. Al porqué siguen un cierto patrón repetitivo en algunos de nosotros o, como en mi caso, uno evolutivo; porque soy obstinada y no fui saltando de relación en relación. 
Cuando elijo un maestro, sé lo que me hago. Un maestro te sacude, te confunde, te indigna, te somete, te transforma y nada de todo eso es deliberado. Sucede en respuesta a la naturaleza interior de ambos que están en pugna. 
Si alguien quiere conocer su sí mismo más profundo y completo y domesticar a su propio ego, no siempre es útil viajar al Himalaya en busca de un Maestro. La vida te lo pone delante, te cruzas con él en un estrecho callejón, lleva en su mano una antorcha que ilumina.

hexagrama 38
38.2 Cuando uno se encuentra con su maestro-señor en un estrecho callejón, no ha errado su camino.

El hexagrama 38 y el 54 llevan Lo Sereno, Lago, en su pensamiento, en su interioridad, abajo.
Lo Sereno no elige, acepta lo que llega porque actúa desde su conformidad. Lo Sereno está conforme consigo mismo; no necesita, por eso es sereno. Es entero en sí mismo, igual que Montaña, Lo Quieto. Ninguno de los dos trigramas tienen algo que hacer o adónde ir. Simplemente, son y están.

Sin embargo Tui, a diferencia de Ken, se vincula, se comunica, es curiosa, se abre al mundo. Enfrenta las condiciones reinantes con alegría, por eso también la llamamos Lo Alegre. No sabe porqué es así, no tiene consciencia de sí misma. Tui no tiene consciencia de sí misma, no sabe el efecto que provoca en los demás con su apertura alegre y confiada. Es algo que tiene que aprender y lo aprende con los demás, con el tu. "Yo soy Tui, ¿y tú?, te quiero conocer". Esa es la actitud de Tui.

Lo que no sabe Tui de sí misma, que ya está completa y no necesita, lo aprende cuando se extraña al conocer a los demás y cuán necesitados están. Esto, aquello, lo de más allá.

Esto que estoy diciendo ahora es válido para comprender a todos los hexagramas que tienen a Tui en el trigrama inferior, en su pensamiento, en su interioridad, en eso que no es visible porque lo único visible de un hexagrama es el trigrama superior. 

El hexagrama 38, K'uei, es el mayor aprendizaje para Tui. En el 38 se le revela la diferencia, encuentra su antagonista, esa diferencia que terminará por aceptar, con todas sus consecuencias, si la línea mutante del 38 es la segunda línea. Y si persevera en hacer consciencia de ella misma y de la diferencia con el otro y termina por aceptar que nada puede hacer al respecto. 
No lo hará a corto plazo, porque el 38 sólo permite pequeños asuntos. Unos tras otros, que se suceden en el tiempo. Los avatares de la vida, con ese tu que es su maestro, se lo van presentando para resolver. Pequeñas cosas, una tras otra.

El I Ching es un gran ayudante de Tui para su aprendizaje en el 38. La ayuda a perseverar en el cambio. Así, hay dos maestros; ése tu, el otro significativo, y el I Ching. 

Que este trabajo es un hueso duro de roer se hace evidente en el hexagrama complementario de esta mutación, el 21, La Mordedura Tajante. Porque hay que hacer justicia retributiva y distributiva y darle a cada uno la justa medida que le corresponde. 
hexagrama 21
La justa medida que le corresponde a cada uno, es aquella con la cuál ha nacido; su propio ser interior, imposible de cambiar. Nada se puede agregar y nada se puede quitar, como dice el hexagrama 60, La Restricción, que es otro de los hexagramas que tienen a Tui en su interior.

hexagrama 60
Agua que no has de beber, déjala correr

Comentarios

Unknown ha dicho que…
Hola Marta. ¿Cómo estás? Soy Marianela.
He estado indagando a I Ching sobre una persona en particular, con la cuál he compartido ciertas cuestiones bastante extrañas este tiempo. Mi última pregunta ha sido sobre que sentía dicho ser hacía mi y su respuesta fue esta. 38 con variable en la segunda línea transformandosé en el 21.
¿Puedes ayudarme a interpretarlo? Gracias. Cariños