Hexagrama 44 y Francisco de Quevedo

Esa mujer que puede ser cualquier otra cosa, lo que yo quiera.

Yin es recurso, riqueza, algo valioso.  Como es el tiempo del 44, eso es algo muy valioso y poderoso, tanto que no puede ser apropiado por nadie. Porque nadie la puede retener mucho tiempo, no se deja poseer. Un recurso que te permite obtener lo que deseas, un medio para lograr un fin.

En el I Ching se usan analogías para nombrar el valor de yin. Como peces -la riqueza del pescador-, cerdos -la riqueza del campesino-, conchas caurí -la moneda de intercambio en las ciudades y el comercio.

En este hexagrama se agrega un fruto maduro en el quinto puesto y su madurez tampoco es tuya, la puedes disfrutar pero no te puedes apropiar de su dulzura y madurez. Porque maduró en la sombra con mucho cuidado y fuera de la vista, muy a su manera.

La mutación lleva a El Caldero, el hexagrama 50; estás invitado a un festín, a un ágape, a compartir la comida de una cultura refinada. Te la sirven en platos y la traen a la mesa en calderos, pero cocinar esa cultura no se puede comprar. La tienes o no la tienes y la única manera de que sea tuya es cocinar en tu propio caldero.

¿Cuál es el medio más valorado que te permite lograr lo que deseas, cualquier cosa que eso sea según la creencia de nuestra cultura, en lo que la gran mayoría pone su fe y lo que más desea?

 El dinero.

Estuve estudiando el vínculo que tenemos con el dinero en la cultura occidental y cristiana. Ese vínculo no ha cambiado, sigue igual que en el verso satírico de Quevedo.


Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos,
señor de Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago
Él sabe de lo que habla, es uno de ellos. Uno que cayó en cuenta, un 39.



Para entrar en este verso de Quevedo hay que situarse en la corte española del siglo XVII, el Siglo de Oro. En esos momentos en que todos en Madrid están a la espera de la llegada a Cádiz de los cuarenta barcos cargados que están viniendo desde América. Porque si los barcos no llegan, nadie cobra en España. Y, porque a esa corona nada le alcanza, tampoco cobran en Génova los banqueros del rey. En España y en toda Europa no se genera esta riqueza, se la consume. Un río de dinero cruzando el mar durante 500 años y no les alcanza.

Los cuarenta barcos con su carga son propiedad del rey español y, debido a que es Su Graciosa Majestad, algo será también para sus parientes y amigos fieles. Es decir, para su corte. Y, debido a que es el Rey Católico, algo también será para la Santa Inquisición, las iglesias y monasterios y la  eterna guerra de religión contra los enemigos de la Iglesia de Roma.

Nunca hay suficiente dinero cuando lo quieres para oír lo que quieres oír y que te haga lo que quieres que te haga todos los días de tu vida porque a eso hay que sostenerlo con más dinero todos los días también.

Esta es la cuestión sobre la que se reflexiona en el 44, sobre la decadencia del yang.

El hexagrama 44 es el comienzo de la declinación de la energía yang y un buen ejemplo es esta época, el siglo XVII en España, el XVIII en Francia, el XIX en Inglaterra, el XX en Estados Unidos.

Al yang le hace mal la riqueza que cruza el mar, deja de crear, deja de producir, se detiene, entra en decadencia. Comienza a mirar a su alrededor para ver dónde encontrar más dinero para sostener lo que no es pero quiere ser con la riqueza material.

Dónde encuentra creativos que le resuelvan su falta de creatividad; científicos, técnicos, jugadores de fútbol, patentes, todo lo que agrada a sus sentidos y a su ego que encuentra en el mundo se lo lleva, lo acumula y le hacen creer que es lo que no es. También atrae todo tipo de parásitos que le dicen lo que quiere oír con alabanzas. Cosa de nuevo rico, que hace como la urraca.

No es casual que al 44 siga el 45, La Reunión, la Acumulación.

Hexagrama 44, El ir al encuentro
Hexagrama 45, La Acumulación
https://abatesoderini.blogspot.com/2017/01/hexagrama-45-tsui-la-reunion-sobre-las.html



Es de esperar que la cultura china pueda resistir el embate de la declinación del yang y no se convierta en el nuevo Nuevo Rico del siglo XXI en el hexagrama 44. Habrá que ver si esta sabiduría que está en sus raíces mantiene vivas esas raíces. La fortaleza de sus raíces está por verse.

Aunque nos parezca larga esta época que vivimos hace 500 años, es poco en comparación con una cultura como la que muestra el I Ching. La nuestra es una cultura de nuevos ricos que ponen su fe en la riqueza material, en lo externo. Suponemos que si oímos lo que queremos oír y nos hacen lo que queremos que nos hagan, por obra y gracia divina de la riqueza, nos convertiremos en eso que oímos y en eso que nos hacen.

La calidad del tiempo del hexagrama 44, El ir al encuentro, es esa que se vive a la llegada de los barcos cargados con el botín desde América. En Madrid y en toda Europa ese momento se espera con ansia. Está al llegar la Mujer Poderosa, que para los españoles y europeos es Don Dinero.

Es muy revelador comparar lo que manifiesta el verso de Quevedo y lo que manifiestan los textos del Hexagrama 44 al respecto de esto. Comenzando con que para Europa el dinero es yang y para el I Ching el dinero es yin.

Luego de leer interpretando el verso de Quevedo, ¿se puede entender que la mente de un aristócrata guerrero chino fundador de dinastía mil años antes de Cristo, buscara en sus experiencias una analogía para referirse a este hexagrama y escribir sus dictámenes, y decidiera usar la analogía de la prostituta, ¿o no se puede entender?
Te hace lo que quieres que te haga y te dice lo que quieres oír, pero  eso no es tuyo. Cualquiera que pague lo puede obtener y seguirá sin ser suyo.

El verso de Quevedo es satírico y él era un experto en esto de decir sin decir para que no le apliquen el garrote vil o se lo lleve la Inquisición a un calabozo y se olvide de él. Él dice esto también. Que es una prostituta, que te dice lo que quieres oír y te hace lo que quieres que te haga. Que Blanca de Castilla es una excepción en ese linaje. Dice de todo, se despacha a gusto.

En los tiempos de tiranía hay que mantener la luz velada y el que pueda ver en esa penumbra, que vea. A eso me refiero con aprender a leer en estos tiempos que estamos viviendo hace 500 años.

Pego el verso de Quevedo, él era un genio de la palabra. Él nos dejó sus versos y lo imagino igual que al rey Wen, escribiendo en una habitación oscura, fría y desangelada a la luz de una candela. Como dice la segunda línea del hexagrama 36.
Una brillante luz en la oscuridad, tan brillante que todavía ilumina.


http://www.biblioteca.org.ar/libros/123.pdf



Actualizado 21-03-2019




Comentarios

Yisel ha dicho que…
BUENAS TARDES MARTA !!!
QUERÍA AGRADECERTE POR TANTO APORTE! HE CONOCIDO TARDE TU BLOG(2 AÑOS)
QUE LINDO SON LOS SERES COMO USTED...
SOY UNA PISCINA TRATANDO DE TRANSITAR LA VIDA LO MÁS SALUDABLEMENTE POSIBLE. SE TE QUIERE.