PERTENECER AL UNIVERSO EN EL LENGUAJE DEL I CHING.


Uno sólo puede ser quien es. Y suponer que no tiene sentido ser quién es, es es un error.

Puede no tener sentido en una vida individualista; pero cobra sentido en el todo, en ser parte de una comunidad de vida. 

Pertenecer al universo es un sentimiento, algo que uno siente; uno se siente totalmente conectado y fluyendo en todas direcciones del espacio y del tiempo. 

El hexagrama 59 es ese sentimiento en el ahora, que sabe de dónde viene aunque no le ponga nombres ni establezca un dogma. 
Hilos invisibles nos unen, como unen a la bandada de estorninos. Pertenecemos a la Humanidad como un todo y dibujamos en el cielo nuestra figura.

hexagrama 59, La Bandada

El hexagrama 11, es más grande aún, es sentir que todo tiene sentido, que somos un universo conectado en donde uno tiene una función que cumplir. Hacer su parte. Y, tal vez así, dándose cuenta de éso, pueda caminar por el camino del centro, como dice 11.2. Con consciencia de eso. 

hexagrama 11, Impregnar

hexagrama 36, La Luz Velada

Uno no sabe cuál es su parte, pero su parte está en eso de darse cuenta y sentir que uno tiene un templo para honrar a los antepasados de la quinta línea del 59; sentir los hilos que nos unen en el ahora porque hay un pasado común. 

hexagrama 59, Dispersar
Puede no tener consciencia de cuál es su parte, porque la encuentra como dice el hexagrama 4, sin saber. 

El hexagrama 59 se asocia a la disolución del egoísmo separador y cuando muta en la quinta línea aparece el 4. Sin saber, vivir sin saber. Esa es la cosa. 
El cuatro nos dice, "no necesitas saber todo para hacer tu parte". 
Porque estamos dotados por naturaleza para hacer nuestra parte.

hexagrama 4, Embozar

La Luz Velada, el hexagrama 36. 
Embozar, el hexagrama 4.

La cosa no solo se encuentra afuera, a la vista, como la han visto siempre los Lenguajes Sagrados; también se encuentra adentro, está oculta en nuestra materia. 
Porque nuestra materia no es una masa amorfa y caótica, es ordenada con forma y contenido, con vacíos y con llenos, con luces y sombras. Yin y yang en una combinación propia y única para cada uno de los seres del Universo.
Y eso ya tendría que ser completamente evidente para nosotros ahora que nuestra Ciencia materialista ha develado el Código (oculto) en la Materia.



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No es casual que esta entrada haya sido escrita con Luna llena en Escorpio y el Sol en Tauro, ambos cuadrando al Eje de los Nodos de Acuario a Leo. Los que acá conozcan el código de la Astrología lo pueden ver muy bien.

Es decir, Sol y Luna iluminando la Cruz Tamas; es decir, esto, el arcano 22, El Mundo del Tarot:



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