SOBRE LOS IDIOMAS SAGRADOS Y SUN


La función de Sun, Viento y Árbol, Lo Suave. Lo Que Penetra Sutilmente. Lo Que Separa Para Distinguir. Lo que hace plenos a los seres, lo que los hace individuos únicos. También se usa la imagen de un gran pájaro blanco volando -como el que lleva a Afrodita Urania- o posado en una rama. El color de Sun es el blanco. Uno lleva esa imagen en mente cuando ve a Sun en un hexagrama; no son palabras, son imágenes.




Decíamos en la anterior entrada, que los idiomas sagrados lo son porque nos acercan a lo sagrado. El instrumento para acercarse a lo sagrado, en el idioma del I Ching, es Sun, Viento y Árbol, Lo Suave.
Cualquiera que use el I Ching puede confirmar esto meditando en los textos y el signo del hexagrama 57, Lo Que Penetra Sutilmente.


En estos estudios uno avanza a tientas, como si fuera ciego, sordo y mudo, porque lo hace sin las palabras que son como etiquetas. Y es que si uno entra con todo etiquetado y "sabido", con palabras, no hay manera de encontrar nada en esa oscuridad.
Sun es el que entra en la oscuridad, entra por abajo, por donde nadie puede mirar. ¿Qué hay bajo la alfombra?, ¿qué hay dentro de ese armario?, ¿cuál es el ingrediente que saboreo en esta comida? ¿hay orégano en lugar de albahaca! Todo ha cambiado, ¡hay orégano en lugar de albahaca!
¿Se entiende el tipo de consciencia que estamos usando con Sun?

Cualquiera que sea la posición del trigrama Sun en el hexagrama, esa consciencia es la que está funcionando allí. Es muy primitiva, la tienen las plantas, los insectos, los animales. Toda la vida la tiene, y nosotros también.
Ese es el instrumento privilegiado para acercarse a los Idiomas Sagrados, el más primitivo  de todos, el que todos tenemos.

En ese sentido es que el signo supera a cualquier texto, por más que nos dediquemos una vida entera a estudiar los textos y los conozcamos de memoria, el significado para cada situación específica se nos escapará.
Uno está usando el olfato y el tacto de Sun, como hacen las raíces de las plantas y el viento que se introduce por debajo de la puerta. La visión, la contemplación, la meditación, uno se empapa de esta manera y entonces surgen las palabras. De adentro hacia afuera; de abajo hacia arriba, del trigrama inferior al superior.

Hexagrama 48, El Pozo de Agua
Sun adentro, en el trigrama inferior
Luego de reconocido, visto o entrevisto, surgen las palabras. No entramos con las palabras, entramos con los signos, todo tipo de signos. Las palabras llegan después.

Se usa Viento como significante de Sun porque el signo alude a todo aquello que es una manifestación visible de lo invisible. Igual que vemos cómo se mueve la copa del Árbol con el Viento pero no vemos el Viento. Igual que vemos el Árbol pero no vemos sus raíces, que lo sostienen y nutren.




Sun, Árbol, Viento, lo Suave, son significadores. El significado es otra cosa, es La Cosa que no se puede etiquetar porque está cargada de miles de cosas. El significado es para cada cosa particular que se consulte.

Sólo hay 8 trigramas para hablar de todas las cosas. Es evidente que ninguna etiqueta puede alcanzar para nombrar a un trigrama. Igual sucede con los 64 hexagramas.


Entonces acá, cuando meditamos, contemplamos, reflexionamos sobre alguna respuesta a nuestra consulta, también usamos a Sun para intentar atrapar un atisbo de lo que está más allá de las palabras
Los idiomas sagrados lo pueden hacer porque no hay palabras que sean etiquetas en ellos.
Entonces, las palabras que usamos al nombrar un hexagrama son múltiples, porque hacen referencia a alguna analogía que usamos como "dedo que señala a la luna".

No hay ninguna palabra que alcance para etiquetar a luna, porque está más allá de las palabras, es única. Podemos usar cualquier otra analogía con libertad.
Entonces, si cualquier dedo sirve para señalar a "la luna" en un idioma sagrado, cualquier palabra que uses para señalar a lo sagrado, señala a lo sagrado; en cualquier idioma y en cualquier cultura.

Un signo como el de Sun, el hexagrama 57, nos muestra esta figura, el signo de Sun:


Esta figura es visible, pero su significado es invisible. A menos que se conozca el código y la esencia de Sun. La esencia es invisible, el código es algo a lo que cualquiera puede acceder, el código son los 8 trigramas. Un código similar al código de barras, un código analógico yin/yang. Los 8 trigramas

Sun es un signo duplicado. Tiene el trigrama Sun abajo y el trigrama Sun arriba. Si se mira dentro de este código aparece un subcódigo, se puede distinguir a Tui, Lago abajo y a Li, Fuego arriba, compartiendo sus cuatro líneas centrales.
Muy bien, ese es el código de Sun, el hexagrama 57.

¿Y su significado?
Bueno, cuando uno consulta y recibe este signo por respuesta, su significado está vinculado al significado de la pregunta que se hizo. A tal pregunta, tal respuesta. Tal vez no sepamos el significado de la respuesta, de Sun, pero sí sabemos el de la pregunta porque es uno mismo el que hizo la pregunta y sabe de sus circunstancias.

Esta es una vía primaria y primitiva, sin texto, sin escuela, sin maestro,  para acercarnos al significado del hexagrama 57 Sun. Estudiar la pregunta que se hizo. La pregunta es conocida; la respuesta, no.
Pero esa respuesta que buscamos descifrar habla de la pregunta y la pregunta prefigura la respuesta.

La subjetividad de uno también otorga significado en la medida de lo que se haya llegado a reconocer y aceptar de su propia cultura; es decir, saber desde qué lugar se está mirando, cuál es el punto de vista de uno; y, también, de lo que se pueda intuir, es decir, de lo que pueda restar no civilizado, no domesticado y aún receptivo en uno mismo.