Este es un blog necesario; necesario para mí. Porque son cosas que quisiera escribir y no puedo, no puedo porque no hay con quién compartirlas.
La cuestión es que no encuentro un lugar donde escribir sobre los pensamientos colaterales que se generan cuando leo todo tipo de cosas y medito o cuando intercambio pensamientos con otras personas que también usan el I Ching o la Astrología o el Tarot.
Porque estas cosas que quiero escribir y no puedo no son estrictamente sobre el I Ching ni sobre otros sistemas de representación del mundo. Son derivas entretejidas, frutos del árbol que se me aparecen y contemplo.
No sé cómo resultará ser y eso no me preocupa. No tengo un plan, no tengo una meta, supongo que es algo como un canto libre. Un canto a la belleza y bondad de este mundo, así como yo lo siento.
Entonces no hay otro remedio para esta necesidad intensa que no sea comenzar otro blog.
Lo llamo Los pensamientos del abate, ya que este personaje es parte de mi naturaleza. Es el personaje que escribe y comparte, que encuentra su felicidad conversando con otros.
Es mi felicidad porque hay algo que comprendí muy pronto en esta vida, que nacer es morir y, en verdad, no tenemos nada que perder. Y que todo nuestro sufrimiento, y el daño que nos hacemos los unos a los otros, es un berrinche de niños.